jueves, 13 de marzo de 2014

C.C.G.G.O.O.R.R.A.A. (Chuchetas Garabateros Ordinarios Roteques Anónimos)

Nada que ver con el tema del post, pero necesito decirlo para que se den cuenta de la clase de hueás amorfas con las que tengo que lidiar: el martes, mientras hacía mis cosas mijistícias, me entretuve mil horas leyendo reseñas de cafés y restaurantes para tener un plan de acción listo cuando con mi pololo nos sintamos sibaritas. Es completamente normal y no se llama procastinar, sino planificar como la gente sin TOC. La cosa es que, mientras soñaba con comida que tal vez nunca voy a probar, la comida que supuestamente debería alimentar mi núbil cuerpecito esa noche y el día siguiente se sintió abandonada. En un ataque pasivo-agresivo absolutamente injustificado, el pollo QUE ESTABA EN EL REFRI decidió podrirse. Lo sospeché en cuanto lo saqué para cocinar, pero como digna control-freak no iba a permitir que una nimiedad así cagara mi idea de hacer pollo al limón con hierbas aromáticas y sopa de ídem. con verduras, así que lo preparé igual. Una hora después, lo probé y estoy segura de entender ahora lo que sentían mis niños, la Woopy y el Lucas (que ya no están conmigo porque obvio que no se murieron, sino que se fueron a vivir al campo donde juegan felices con otros perritos y no podemos visitarlos), cuando se comían sus propios mojones. El pollo al limón, a la basura. El resto de pechuga para la sopa, a la basura. Y, como en un arrebato de minimalismo me pareció obvio que tenía que guardarlo en el mismo tupper que las verduras picadas para la sopa, esas también se fueron a la basura. Lo más hinchapelotas es que ya hubo un precedente la semana pasada, así que no voy a volver a comprar pollo nunca en la vida. O al menos la próxima semana. Pero, hey, al menos es una buena excusa para pedir sushi.



En fin, el verdadero motivo para escribir este post es que quiero hablarles de mi condición, porque creo que mi historia ayudará a otras personas en la misma situación a ser fuertes y darse cuenta de que no estan solas. Cuando eres diferente, a veces puedes creer que estás mal y que tu vida no vale nada, pero no es así. Queridos lectores, es hora de que lo confiese: yo también soy chucheta. Por eso les voy a dar unos consejos para evitar que esta pesada carga convierta sus vidas en una mierda.


CONSEJO 1: NO SE CULPEN

It's not your fault. Tal vez fue la crianza, la genética (ya hablaré de esto en el consejo 2) o haber tenido que sobrevivir en un basural asolado por una guerra de pandillas cerca del Bronx. La comunidad científica todavía no se ha puesto de acuerdo sobre el orígen del chuchetismo, pero les aseguro que la culpa no es de ustedes. Ni mía. Esa es una pesada mochila que tienen que soltar en este segundo si quieren volar libres algún día por el cielo de las puteadas.

En mi caso, tengo la teoría de que la inagotable fuente de mis garabatos viene de una vida pasada. Una profunda introspección me ha llevado a concluir que mi alma inmortal estuvo antes en un marinero borracho. No tengo un amor en cada puerto, pero sí agarro las botellas individuales como mi yo anterior (o eso dicen mis amigos porque las tomo del cuello en vez de la base, que parece que es como las agarra la gente digna) y, obviamente, se trajo la ordinariez a través de la rueda del Samsara.


CONSEJO 2: EVITEN A SUS MADRES

Ya sea porque las santas mujeres que les dieron el ser se horrorizarán al escuchar cochinadas saliendo de los labios de sus dulces retoños o porque sean una mala influencia que los hará caer en la espiral de la rotería sin salvación posible, evítenlas. Ojo, que ambos casos no son mutuamente excluyentes: Mi mamá está dentro del top 10 de las personas más chucheta que conozco (ok, no tengo una lista, aunque me encanta hacer listas, pero si la tuviera mi progenitora evidentemente estaría en un lugar de honor) e igual no más se escandaliza cada vez que digo un garabato. Aunque sea uno chiquitito microscópico iñipiñi. No entiendo cómo es posible tanta desfachatez, cuando obviamente sus genes y el hecho de haberme criado en medio de un amplísimo vocabulario garabatero alimentaron las chuchadas ya presentes en mi alma de ex-marinero, pero LO ES.

¡Atención! Este consejo es especialmente importante si tuvieron la peregrina idea de agregar a sus madres como amigas en facebook. Que te reclamen en vivo y en directo, filo, uno sobrevive, pero como las respetables damas de edad avanzada tienen la tendencia generalizada a creer que el muro y el inbox son lo mismo, les sugiero que tengan mucho cuidado con este punto. Después, cuando tengan a sus mamás comentando (en mayúsculas, si son como la mía) cada inocente estado en el que deslizaron un garabatito para rasgar vestiduras por su vocabulario inaceptable, no digan que no se los advertí. Si, además, estudiaron Letras como su servidora, el penqueo es medio inevitable.


CONSEJO 3: NO BAJEN LA GUARDIA

Las chuchadas son como los orzuelos y herpes, no por lo asquerosas, sino porque atacan cuando tienes las defensas bajas. Si sienten en algún momento de sus vidas que el mundo es la raja, que lo están pasando mejor de lo que esperaban o que la gente con que están conversando no es tan penca como se habían imaginado, empiecen a temer. Camarón que se duerme se lo lleva la corriente de garabatos. Por eso, mi recomendación, si quieren mantener su problema condición a raya, es huir de la paz y el relax y la buena onda como del demonio.

Lo anterior es especialmente importante si trabajan con público o, como yo antes, en un establecimiento de educación no-obligatoria para preparar el ingreso a la educación superior. Es que cuando no tienes vocación de profe hay que hacer esfuerzos sobrehumanos para no caer en un ataque de aburrimiento mortal haciendo clases. Obvio, eso es más fácil si uno de tus cursos es chico (4 alumnos) y son todos la raja y buenos para la talla, como tú. Y, obvio, esa alegría en el corazón está destinada a terminar con puteadas deslizándose de tus incautos labios frente a tus educandos. Por suerte me pasó con el curso buena onda, a una hora en que no quedaba nadie más que una tía del aseo y nosotros, y solo llegué a 2 veces (un hueón y un puta) en el semestre. Básicamente, porque soy cagada y había prometido invitarlos a todos al McDonalds si se me escapaba una tercera.


CONSEJO 4: HONESTIDAD CON EL POLOLO, NO CON LOS SUEGROS

No se salten este consejo si están solteros, porque eventualmente el amorsh puede llamar a su puerta y no es muy probable que el objeto de sus atenciones románticas sea Anitalahuerfanita. Así que, si tienen pololo/a, marido o señora, tendrán seguramente al menos un suegro. Si se han lavado la boca con Sapolio antes de cada cita -cacharon que sapolio en efecto es una marca y que su mascota es una rana? blew my mind- para que su media naranja no se entere de que escupen puteadas como camioneros, es que son hueones y van a terminar luego, porque nadie puede vivir para siempre en una mentira, así que mejor aprovechen de tirar el poco tiempo que les queda y no lo pierdan conociendo a sus suegros. En cambio, si son gente razonable y madura como los adultosrresponsables, ya sabrán que la honestidad y la comunicación son la base de una relación sana n stuff, así que su loved one seguro que se enteró de que los aqueja el chuchetismo crónico y los quiere con eso y espinillas y rollo que se sale por arriba del pantalón. Hermoso.

Hay una versión "moderna" hecha en computador con jockey, anteojos y un collar blingbling, pero yo prefiero a este que tiene cara de éxtasis y labio leporino.


Pero los suegros son otra cuestión totalmente diferente. No los podemos poner en el saco paterno, porque no les van a sacan metafóricamente la chucha si dicen poto, ni en el saco pololístico, porque, sorry, no encuentran que referirse a sus amigos como "la zorra culiá" o "ese ahueonao de mierda" sean apodos cariñosos que demuestran su gran capacidad expresiva. Como diría mi santa madre, son harina de otro costal, y este costal sufre descargas eléctircas cada vez que se les escapa un garabato en la mesa, pero NO LES VA A DECIR NADA.

Nunca les van a decir que hasta los flaites los odian por rotos y que les rompe el corazón que usen esa misma boca podrida para darle besos a sus chiquititos. Pero lo sienten. Peor si ellos mismos no dicen ni caca y les piden "perdón por la expresión" antes de decir decir "estúpido". Porque, queridos, si no controlan lo mejor posible sus impulsos y tratan de tapar un poco su bullente garabatería, les puede pasar algo como esto:

Yo: ... y había una vieja de mierda que estaba puro hueando y no se bajaba nunca de la micro, así que le dije "señora, no se gilculee".
Suegro: Je je.
Pololo F.: Gente gila.
Suegro: F, POR FAVOR, ESE VOCABULARIO, DÓNDE APRENDISTE A SER TAN FALTAERRESPETO, ESTAMOS EN LA MESA Y HAY UNA DAMAAAAAA!!!!!!

Y ustedes, que saben que no son una dama (o un caballero), se van a sentir como las hueas.


CONSEJO 5: NO SE MUERDAN (MUCHO) LA LENGUA

Reprimir el chuchetismo es humanamente imposible y más inútil y destructivo que las terapias de reorientación sexual para gays. Cada año hay decenas de casos documentados de chuchetasgarabaterosordinariosroteques que se muerden la lengua en un desesperado intento por encajar en esta intolerante sociedad y terminan ahogándose en mierda hasta la muerte. Desde mi experiencia les digo: no nieguen su naturaleza. No den explicaciones. Ámense como los hermosos seres humanos ordinarios que son...

Pero igual ubíquense, sí, poh.

Y usen la variedad que ofrece nuestro idioma (y los otros), porque hay formas más originales y expresivas que "ya se ahueonó el hueón ahueonao, está puro hueando con la hueá". Si quieren salir de la rutina, los juegos de pelea son la conga; liberan una corriente de creatividad chuchística que nunca pensaron que existiera en su interior :) Ahí me cuentan.

10 comentarios:

  1. Respuestas
    1. La única vez que jugué fue con F y no lo trato a garabatos, así que no fue bueno para ampliar mi chuchevulario.

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  2. estuvo maravilloso, me morí de la risa

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  3. Gran post.
    HAY COSAS que simplemente no se pueden decir sin chuchadas...
    como le voy a explicar a mi amigo que la mina que conocí ayer era "media maraca" usando palabras de la RAE, quizás podría decir: Aquella muchacha resultó ser ligeramente aputada... pero no... porque sabemos que ser media maraca no es simlemente ser "ligeramente aputada" o no?.
    Como le explico que el amigo denosequién es un WEA. Le podría decir, aquel descerebrado de la festividad de anoche, pero no, porque que no tenga cerebro, o que escasee de habilidades intelectuales básicas no determina ser un wea... un WEA va más alla, tan así que el español me queda corto para expresarlo.
    Chuchear es más que una pasión, es un sentimiento.

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    1. No es una enfermedad, es una condición. Un don que trae aparejada gran responsabilidad. CHUCHETISMO POWA!

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  4. "No se gilculee"

    Simplemente hermoso!! Veo que sigues la buena senda. Llegará el día q tengamos gilculeos para todos y por todos. Saludos, tu estilo me da envidia.

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    1. Deberíamos hacer una campaña nacional, tipo "piensa positivo", "elige vivir sano" o "maricón es el que le pega a una mujer" para potenciar el gilculeo.
      Gracias! :)

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  5. Necesitaba comentar esta entrada por que la amo demasiado -losabes-, y es demasiado real sobre todo el no bajen la guardia, aunque en verdad todo me pasa demasiado frecuentemente como para elegir uno/obviemos lo de los suegros, por la cresta xd.

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    1. La otra vez le dije 2 "wn" a la rulo en una sola frase. Y no era una frase en mala.

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