jueves, 5 de junio de 2014

Las dos torres o la fauna autóctona de la québonitavencidad


En un lugar VIP de Santiago de cuyo nombre no quiero acordarme se alza, majestuoso e imponente, Camiji's Palace. Este exclusivo alojamiento, del porte de una caja de fósforos (de las grandes, sí, tampoco le pongamos color), está emplazado en un piso terroríficamente alto de un edificio de 26 niveles con alrededor de chorrocientosmil departamentos en cada uno según el último censo. Considerando que además el digámoslecondominio tiene no una, sino la asombrosa cantidad de DOS torres, comprenderán que sea un paraje ideal para estudiar a la variada fauna autóctona.

Por eso, en National Mijigraphic lo invitamos a conocer a los más destacados especímenes que pueblan los alrededores de Mijiland.


LA LLORONA


Esta criatura vive en las inmediaciones de mi departamento, no sé si en el mismo piso o uno EXTREMADAMENTE cercano. Y no es que yo sea copuchenta, sino que ella se rehúsa a llorar sin romper cada vez el límite de decibeles permitidos en el área urbana. Gracias a eso me enteré de que su pololo, con el que vive -pero de quien jamás he escuchado ni pío-, la gorreó en su cara y ella lo perdonó. Pero la sigue gorreando de repente y ella, como una mujer madura, independiente y con sana autoestima, encuentra que acusarlo a grito pelado, idealmente a altas horas de la madrugada, es una solución mil mejor que patearlo. Porque obvio que funcionará... eventualmente. A veces, en sus intensos arrebatos de dolor, la llorona -conocida regionalmente también como "la gorreá"- puede empezar a ahogarse y dejar de acusar al gorrero para pedirle que la ayude porque no puede parar. Su última ocurrencia, como sintió que el departamento le quedaba chico a su profundo sentimiento, fue salir a llorar A LA ESCALERA DE EMERGENCIA. Que tiene lados abiertos, evidentemente, para asegurarse de que todo el edificio escuchara sus aullidos nocturnos.
Si se siente identificada con esta criatura, le recomiendo: respétese y patee de una vez al hueón carerraja.


EL ÁNGEL DEL SEÑOR


¿Se acuerdan de la voz celestial que declamaba el amor de elalfayelomega desde las alturas? Bueno, su dueño NO se ve como en la foto. No lo digo de picada porque sus berridos se escuchen a la horas horas más peregrinas, sino porque F. se lo encontró -acompañado de su progenitora humana, de quien claramente heredó el vozarrón y la pasión por usarlo- en el ascensor y lo comprobó empíricamente. Además de regalarnos gritos constantes llamando a sus amigos, el susodicho nos saca al menos un par de putaángelculiao cada día con su obsesión por saltar, arrojar cosas y, básicamente, poner a prueba la resistencia de susuelo/nuestrotecho desde el alba hasta el anochecer... and beyond. Niño hiperkinético + madre histérica que lo gritonea por todo (menos, obviamente, por los mil miniterremotos diarios) no es una combinación que uno quiera tener en el piso de arriba.


LOS CARRETEROS BUENAONDA


Compartimos piso con este indefinido grupo de especímenes que, según yo, acaban de salir de básica. Ergo, más de una vez al salir al balcón me he puesto dentro de su campo visual cuando están carreteando, probablemente un miércoles, y es entoncen cuando empieza el ¡VECINITA! ¡VECINITA! ¡VÉNGASE A CARRETEAR CON NOSOTROS! ¡VECINITA, VENGA A TOMARSE UN COPETE! ¡DEPARTAMENTO 1***, VECINITA! (omito el número porque no me acuerdo para proteger su privacidad). Como son gente jovenyalocada, además de ebria desde las 6.00 de la tarde, ni todos los "no, gracias" del mundo harán mella en su inquebrantable espíritu fiestero. Don't stop believing. 


LAS CARRETERAS FLAITE


Son las reinas de la selva y, por lo tanto, todos los demás debemos, además de rendirles pleitesía, darnos con una roca en los dientes en agradecimiento por poder escucharlas gritar como una versión pirateada de las woo girls de HIMYM. El observador externo no debe confundirse  porque compartan rasgos en común con loscarreterosbuenaonda, como encontrar que la víspera de un día hábil es lejos el mejor momento para hacer el evento del año y aumentar exponencialmente los decibeles de sus gritos con cada vaso de copete. Porque lascarreterasflaite no son nice. No quieren que nadie se una a su aquelarre ni mantener una cordial relación de ebria amistad con los vecinos. Ellas van a gritar más fuerte y subirle a la música pasadas las 2.00 am, no porque estén muy copetedas para cachar que molestan, sino PARA huevear. Nuevamente, en National Mijigraphic no hablamos sin fundamento: sus propios gritos de ¡MARACA CONCHETUMARE YO TAMBIÉN PAGO ASÍ QUE CARRETEO HASTA LAS SEIS SI QUIERO! ¡SÚBELE, SÚBELE! ¡A VER, PO, VIEJA CULIÁ, LLAMA A LOS PACOS CHUCHETUMARE! lo prueban. Es su fiesta y gritarán chuchadas toda la noche -o hasta que lleguen a callarlas las fuerzas del orden público- if they want to.


EL STALKER


No sé qué crímenes contra la humanidad he cometido para merecer esguinzarme el tobillo por segunda vez este verano, pero ocurrió. Después de un tiempo prudente, decidí bajar al gym para retomar el ejercicio de forma nice sin volver a lesionarme, y fue en este hábitat donde lo conocí. Al principio se camufló como otro usuariogimnasta cualquiera, con quien sólo intercambiábamos los protocolarios holacomoestás y chaoadió. Mentiría si dijera que nada presagiaba su conducta psicopática posterior, porque la verdad es que cuando noté que el sujeto en cuestión hacía ejercicio CON POLERÓN en marzo a las 9.30 am, en un lugar cerrado que además genera un microclima tropical, se me debieron haber disparado las alarmas (Chiquillos, en serio, a menos que planeen descuartizar mujeres con un alfiler, no se les acerquen haciendo ejercicio con el polerón Y LA CAPUCHA puestos a menos que el clima lo amerite. Es creepy). La cosa es que con los días stalker pasó del hola al "hola tanto tiempo hace rato que no te veía por aquí creo que el otro día te vi por el balcón en qué piso vives y con quién", a lo que yo obviamente respondía con monosílabos y pánico infinito. De hecho, empecé a ir más temprano sólo para encontrármelo el menor rato posible y, en cuanto el tobillo me lo permitió, escapé cual rauda gacela a trotar por el parque.
El otro día me lo encontré en el ascensor y respondió a mi saludo automático con una sonrisa como la de Dexter. Si dejo de publicar, porfa llamen a la brigada de delitos violentos.


EN VÍAS DE EXTINCIÓN - EL RISITAS 


Hubo un tiempo en que esta criatura reía libremente por las praderas aledañas a Mijiland. Yo no odio más de la cuenta al mundo ni le deseo a mis vecinos vidas depresivas y pastéticas. Si quiere reirse, bakán, ríase... pero con criterio. NO si su risa baja el CI de toda la cuadra. NO con la ventana abierta, NO a volúmenes absurdamente altos -no es acústica; usted sabe perfectamente que su polola/señora a veces ve tele con usted y se ríe como los humanos- NI cada 4.5 segundos. NO día y noche, literalmente, porque está cesante/de vacaciones/con licencia. Son hueás básicas. Ah, y sí, los Simpsons son buenos, pero NO por eso se justifica ver capítulo tras capítulo hasta las 3 de la mañana (no soy stalker, les juro, pero esque aquí se ve todo).
Actualmente el risitas encontró pega o algo similar y sólo me deleita con sus risas sacoehueas a veces los fines de semana :) yasoyfelizyahoracreoenelamor. 


EXTINTO - EL DEALER


Era básicamente un dealer que vivía al frente de mi departamento. Más específicamente, su puerta estaba como a un metro de la mía (vivan los ampliospasillos). Yo no me drogo, así que nunca fui a verlo, pero estoy bastante segura de su dealerismo porque no me explico de otra manera que un hombre viva solo, pase todo el día en su casa y reciba visitas express de distintas personas varias veces al día, no sé, a las 2.00 de la tarde, que no duraban más de 5-10 mins. Saquen sus propias conclusiones.
El dealer siempre fue un vecino discreto, así que nunca me molestó su pyme. Hace varios meses que el departamento está ocupado por otras personas, así que presumo que este especimen emigró en busca de hierbas más verdes. 


BONUS TRACK: SUB-ESPECIES EN EL ASCENSOR

Cuando los escalefóbicos comprobaron que vivir en los pisos más bajos del edificio no los eximía de pagar gastos comunes, decidieron hacer valer su plata. Por eso, le hicieron la cruz a la escalera y se empecinaron tomar el ascensor llueva, truene o relampaguee. No importa que tengan 25 años, sean modelos fitness y su único bulto sea una bolsa con dos tomates; los escalefóbicos harán una fila de 15 minutos en hora punta para ejercer su derecho a subir en ascensor hasta el tercer piso.

La evolución de los brutociegosordomudos se detuvo en algún estadio anterior al homo sapiens sapiens, por lo que carecen de la habilidad de decodificar signos complejos como una flecha apuntando en determinada dirección. Eso significa que la relación flecha/dirección del ascensor se les escapa, lo que los obliga a apretar ambos botones siempre. Si usted está contando desesperadamente los pisos para llegar a su casa porque está que se mea, hay un 50% de probabilidades de que el ascensor se detenga en cualquier piso intermedio y, al abrirse las puertas, se encuentre frente a frente con un brutociegosordomudo que le preguntará "¿va bajando?" con cara de Bambi desulmbrado. Que el botón con la flecha hacia arriba se apague y los números sobre la puerta sigan una serie ascendente no tiene, obviamente, nada que ver con la dirección del mágico artilugio ascensoril.


Si usted es también un observador aficionado de la fauna vecinal, por favor, no deje de compartir sus descubrimientos.

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